La iniciativa, ejecutada por la Fundación Campo en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente (MARN), bajo el financiamiento de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), busca restaurar la biodiversidad y mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales.
El Golfo de Fonseca, ubicado en el departamento de La Unión, es una zona rica en biodiversidad marina y terrestre. Sin embargo, la sobreexplotación pesquera, la contaminación y el cambio climático han afectado gravemente los ecosistemas y las actividades económicas de la región. Ante esta situación, la Fundación Campo, el MARN y JICA han unido esfuerzos para implementar un proyecto piloto que contribuya a la mitigación y adaptación al cambio climático.
El proyecto se basa en la restauración de los recursos naturales y la fijación de carbono mediante la implementación de viveros para cultivo de moluscos como curil y casco de burro en la comunidad Barrancones del municipio de Pasaquina. Además, contempla la promoción de la educación ambiental y la capacitación de los participantes en talleres prácticos sobre monitoreos de biodiversidad para generar conciencia sobre la situación actual de los recursos naturales.
Los manglares, además de ser un hábitat natural para numerosas especies, son una importante fuente de fijación de carbono azul, es decir, la captura y almacenamiento de carbono en los ecosistemas marinos y costeros. Por su parte, la acuicultura sostenible promueve el uso responsable de los recursos pesqueros y la diversificación de las fuentes de ingresos de las comunidades.
En este sentido, el proyecto busca impactar de forma directa a 30 participantes e indirectamente a más de 90 familias que residen en Barrancones y dependen de la extracción y aprovechamiento de los recursos de la zona, además de apostarle a la sensibilización y capacitación de las comunidades en temas de cambio climático, restauración de ecosistemas y pesca sostenible.
El proyecto piloto «Medidas contra el cambio climático a través de la fijación del carbono azul y pesca sostenible mediante la restauración de la biodiversidad en el Golfo de Fonseca» es una muestra del compromiso de la Fundación Campo, el Ministerio de Medio Ambiente, JICA, y la sociedad civil de El Salvador en la lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
Esto demuestra que la unión de esfuerzos es fundamental para implementar soluciones innovadoras y sostenibles que ayuden a enfrentar los desafíos ambientales y sociales que atraviesa el país.